El aumento del colesterol y la disfunción eréctil
La disfunción eréctil es una condición en la que una persona no puede obtener o mantener una erección suficiente para tener relaciones sexuales. Existen varios factores de riesgo para desarrollar disfunción eréctil y el colesterol alto puede ser uno de ellos.
Si bien el colesterol en sí mismo es un elemento natural de nuestro cuerpo y es importante para construir nuevos tejidos y producir hormonas sexuales, una cantidad excesiva puede ser perjudicial, especialmente si se encuentra en forma de lipoproteínas de baja densidad o LDL.
El colesterol es una molécula orgánica producida en el hígado y que se encuentra en algunos alimentos. Es una sustancia cerosa parecida a la grasa y, contrariamente a la creencia popular, no es intrínsecamente insalubre. Hay dos tipos de colesterol. La primera, la lipoproteína de alta densidad (HDL), se conoce comúnmente como colesterol “bueno” porque transporta el colesterol desde otras partes del cuerpo hasta el hígado.
Las lipoproteínas de baja densidad (LDL), por otro lado, se conocen como colesterol “malo” porque, en cantidades suficientemente altas, hacen que el colesterol se acumule en las arterias. Demasiada acumulación de LDL conduce a la aterosclerosis, lo que dificulta el paso de la sangre a través de las arterias. Esto aumenta el riesgo de emergencias graves relacionadas con el corazón, como un ataque cardíaco y un derrame cerebral, y también es responsable de aumentar el riesgo de disfunción eréctil.
Cuando sus niveles de LDL son demasiado altos, el exceso de colesterol en su cuerpo crea una placa que se adhiere a las arterias y las estrecha, lo que daña y bloquea el flujo sanguíneo. Esto es peligroso para el corazón, pero también puede hacer que sea más difícil lograr una erección porque reduce la cantidad de sangre que viaja a la región genital y al pene, lo que provoca disfunción eréctil. Además, los estudios sugieren que los niveles altos de colesterol en el cuerpo también dañan la capacidad del cuerpo para producir una sustancia química llamada óxido nítrico, que es crucial para que los músculos del pene se relajen y permitan una erección.
Al mismo tiempo, el colesterol alto es un factor de riesgo de enfermedades cardíacas, presión arterial alta y diabetes, y a menudo se asocia con la obesidad, el tabaquismo y una dieta deficiente. Como era de esperar, todos estos también pueden resultar en problemas con la disfunción eréctil.
Los estudios científicos también sugieren que el colesterol alto podría contribuir a la disfunción eréctil de una cuarta manera. Debido a que los niveles altos de LDL dificultan que la sangre viaje por todo el cuerpo, los testículos también pueden recibir un flujo sanguíneo inadecuado para producir cantidades saludables de testosterona. La testosterona es importante para regular la libido en los hombres, lo que significa que menos cantidad podría dificultar la erección. Dicho esto, es considerable recordar que la deficiencia de testosterona es una de las causas de la disfunción eréctil en algunos pacientes.